
Su presencia sola llama la atención. Y eso, en el mundo del entretenimiento deportivo, vale oro.
No se trata solo de escuchar a alguien que sabe del juego. Se trata de ver a la leyenda viviente que cambió el basquetbol para siempre. Michael Jordan tiene la autoridad, el carisma y la historia para convertir cualquier jugada en una anécdota épica.
Las cadenas no lo contratan solo por lo que puede decir, sino por lo que representa: nostalgia, impacto y millones de vistas.
¿Michael Jordan vale lo que cuesta?
Depende de a quién le preguntes. Para los fans que crecieron con él, probablemente sí. Para quienes ven esto como un negocio, aún más: Jordan sigue generando ingresos como si todavía estuviera en la cancha. Si su presencia aumenta la audiencia, la publicidad y la conversación global… entonces tal vez sí lo vale. Después de todo, no es cualquier voz.
El show también se juega desde la cabina
En esta nueva era del deporte, los comentaristas ya no son solo narradores. Ahora son parte del show. Y si algo ha demostrado Jordan en toda su carrera, es que sabe brillar cuando las luces están sobre él.
¿Exagerado o merecido? Tú decides. Pero lo cierto es que, una vez más, Michael Jordan está en boca de todos. Y eso, como siempre, se traduce en millones.
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