La presión arterial baja, conocida médicamente como hipotensión, puede provocar síntomas incómodos como mareos, debilidad, visión borrosa y desmayos. Aunque en algunos casos no representa un peligro grave, es importante saber cómo actuar y cuidarte para evitar complicaciones.
Para controlar episodios de presión baja, se recomienda mantenerse hidratado, ya que la deshidratación puede disminuir aún más la presión. Consumir líquidos con electrolitos o bebidas deportivas puede ayudar a reponer sales esenciales. Además, es aconsejable evitar levantarse rápidamente de la cama o la silla para prevenir mareos y caídas.
Comer comidas pequeñas y frecuentes, en lugar de grandes cantidades, ayuda a mantener estable la presión arterial. También es importante reducir el consumo de alcohol, ya que puede dilatar los vasos sanguíneos y empeorar la hipotensión. En casos recurrentes, usar medias de compresión puede mejorar la circulación sanguínea en las piernas y evitar que la sangre se acumule en ellas.
Si experimentas síntomas severos o frecuentes, consulta a un médico para descartar causas subyacentes y recibir tratamiento adecuado. Recordar estos cuidados básicos puede mejorar tu calidad de vida y prevenir accidentes relacionados con la baja presión.
Créditos: Información de la Secretaría de Salud y expertos médicos — agosto 2025.
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