La Agencia Internacional de Energía (IEA) ha ajustado su previsión de suministro de petróleo para 2025, elevándola a 2.5 millones de barriles diarios, frente al cálculo anterior de 2.1 millones, tras la reciente decisión de OPEC+ de aumentar la producción. Aun así, la IEA redujo simultáneamente su estimación de la demanda global, situándola en 680,000 barriles diarios, por debajo del nivel anticipado de 700,000, debido a una demanda más débil en economías clave y una persistente baja confianza del consumidor. Además, se prevé que la actividad de refinación en el mundo alcance un máximo histórico cercano a los 85.6 millones de barriles diarios durante agosto. Esta combinación de mayor oferta y menor demanda ha provocado una breve caída en los precios del crudo.
Este cambio anticipado en el comportamiento del mercado energético podría tener consecuencias significativas para los países productores, las políticas monetarias globales y los precios al consumo. La sobreoferta unida a la desaceleración de la demanda internacional genera un panorama complejo para el sector, mientras que los gobiernos y bancos centrales observan con atención la evolución de estos indicadores clave.
Creditos: The guardian
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