Cada vez más conductores notan que el tanque de gasolina de su auto dura mucho menos de lo normal, incluso sin haber cambiado sus recorridos o hábitos de manejo. En algunos casos, el consumo puede incrementarse hasta cuatro veces si se mezclan varios factores mecánicos, ambientales y de conducción. Entender qué está detrás de este fenómeno no solo ayuda a ahorrar dinero, sino también a detectar fallas que podrían dañar el motor a largo plazo.
Lo mismo ocurre con las bujías desgastadas, los sensores de oxígeno o de flujo de aire (MAF) defectuosos, y el uso de aceites con viscosidad incorrecta. Todos estos problemas generan combustión ineficiente y pérdida de potencia.
A mitad de la lista de factores más determinantes también están las condiciones externas. Conducir con llantas desinfladas o fuera de alineación aumenta la resistencia al rodamiento; el motor necesita más esfuerzo para mover el vehículo. Si además se circula con el aire acondicionado encendido constantemente, con peso excesivo en la cajuela o accesorios aerodinámicos como portaequipajes de techo, el consumo se dispara aún más.
+ Filtros de aire y combustible sucios o vencidos.
+ Sensores de oxígeno o MAF con lecturas erróneas.
+ Bujías o cables de encendido en mal estado.
+ Aceite del motor con mucha antigüedad o de grado no recomendado.
+ Llantas con baja presión o fuera de alineación.
+ Uso excesivo del aire acondicionado o del modo Sport.
+ Conducción con acelerones, frenadas bruscas o trayectos muy cortos.
+ Sobrecarga constante de pasajeros o equipaje.
Hay factores menos visibles que también influyen. En zonas frías, el auto necesita más tiempo para alcanzar la temperatura ideal de funcionamiento, lo que aumenta el consumo. En trayectos cortos, el motor no llega a calentarse del todo y los sistemas electrónicos operan en modo “enriquecido”, usando más gasolina. Además, el tráfico intenso con constantes arranques y frenadas puede duplicar o triplicar el gasto normal, sobre todo en motores pequeños.
Cuando varios de estos factores coinciden, el consumo puede elevarse hasta cuatro veces más. Un auto con bujías gastadas, filtro sucio, aceite viejo y neumáticos mal inflados, usado principalmente en ciudad con tráfico y aire acondicionado, puede pasar de rendir 14 kilómetros por litro a solo 4 o 5. En la mayoría de los casos, no se trata de un defecto grave, sino de mantenimiento acumulado y malos hábitos de manejo.
¿Cómo evitar que se consuma rápido la gasolina?
Para evitar este desperdicio, se recomienda realizar un diagnóstico electrónico cada seis meses, revisar filtros, bujías y presión de llantas de manera regular, y ajustar la forma de conducir. Mantener una velocidad constante, apagar el motor en esperas prolongadas y reducir peso innecesario son acciones simples que, sumadas, pueden devolver hasta el 30% del rendimiento original del vehículo.
Que un auto “trague” gasolina no siempre significa un problema grave, pero sí una señal de que algo está fuera de balance. La suma de pequeños descuidos —filtros, presión de aire, hábitos de manejo o fallas en sensores— puede hacer que la gasolina se consuma hasta cuatro veces más rápido. Una revisión a tiempo puede evitar gastos mayores y prolongar la vida útil del motor.
FUENTE: MSN ¿No rinde? Qué hace que la gasolina se gaste hasta 4 veces más rápido
Leave a comment