Después de una fiesta o para recuperarse de una noche de copas, las carnitas se convierten en el platillo más buscado. Su sabor y las diferentes opciones para disfrutarlas -principalmente en tacos- son motivos suficientes para comerlas.
A pesar de que combinadas con salsa, cebolla y cilantro nos da un sabor excepcional, pocas personas se detienen a pensar en qué tan saludable es su ingesta. En Menú te compartimos el dato.
¿Qué son las carnitas?
El diccionario Larousse Cocina explica que las carnitas son un platillo tradicional preparado a partir de cortes pequeños, o pedazos de carne de cerdo, fritos en su propia manteca.
El blog del restaurante Barrigas, especializado en la preparación de platillos tradicionales, señala que el perfil de sabor de esta preparación es profundo y suculento. Al cocinarse en su propio jugo, la carne de cerdo adquiere un sabor intenso, así como una textura jugosa y tierna.
¿De dónde son las carnitas?
Larousse Cocina ubica a Michoacán como el lugar de origen de las carnitas, donde se cree que se preparan las más deliciosas del país.
En la receta original, la carne de cerdo se cuece en agua con ajo y cebolla; luego se fríe en manteca junto con jugo de naranja y leche, hasta que los líquidos se evaporan y la carne se dora por completo.
Tanto en la Ciudad de México como en los estados cercanos a Michoacán, las carnitas se suelen consumirse los domingos, ya que muchas familias las compran por kilo para compartirlas en el almuerzo.
Y si bien son consideradas un platillo típico, limitar su ingesta y conocer su aporte nutricional es clave para evitar problemas de salud.
¿Qué nutrientes aportan las carnitas?
Las carnitas aportan nutrientes limitados. Según datos de Fitia, plataforma especializada en la clasificación de nutrientes y calorías de alimentos, una porción de 200 g contiene 380 calorías, 30.3 g de grasa, 2 g de carbohidratos y 23.7 g de proteína.
Como podrás ver, su principal inconveniente es el contenido elevado de grasas saturadas.
¿Qué tan recomendable es comer carnitas?
La organización Low Fodmap Eating, enfocada en promover estilos de vida saludables -especialmente para personas con trastornos gastrointestinales-, señala que las carnitas pueden ser fuente de proteína, hierro y zinc, sobre todo cuando se combinan con alimentos ricos en fibra, como frijoles o verduras.
No obstante, advierte que, debido a su preparación con manteca, aportan más calorías y grasas que las carnes magras, entre ellas, la pechuga de pollo o el pavo. Por lo que no son ideales para personas que buscan dietas bajas en grasa.
Asimismo, su contenido de sodio es elevado, con aproximadamente 600 mg por porción. Esto podría contribuir a problemas cardiovasculares si se comen en exceso.
Como alternativa a las carnitas, Low Fodmap Eating sugiere comer pavo molido, lomo de cerdo o cortes magros, mismos que ofrecen una experiencia similar de sabor, pero con menos calorías y grasas.
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